LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.

Los últimos tiempos.
La avalancha de pecado que legalizada irrumpe por doquier, es una clara señal de los últimos tiempos.
Hemos de conservar nuestra firmeza y fidelidad a los principios expuestos en las escrituras, sin dejarnos confundir ante la tergiversación de los conceptos, claramente establecidos desde siempre y el adorno maquillado con que se presenta lo aberrante y deplorable del pecado. Una ola de persecución se asoma sobre aquellos que deciden honrar las escrituras, pero esto no ha de preocuparnos, pues a través de la historia las mejores iglesias, han sido forjadas bajo el yugo de la tiranía y la persecución.
Es apremiante marcar nuestras posiciones sin ambivalencia, pues el tiempo requiere de posturas claramente definidas y legítimas, y de cierto Dios honrará a los que les honren. Amén.