El Pequeño David nació en el año 2002 dado por revelación de Dios a los pastores Isaac Gonzalez e Isure Escalante en Cuba. Una hermosa y ardua misión de crear la revista El Pequeño David; un material misionero muy particular y ameno con el propósito de evangelizar y alcanzar a las nuevas generaciones.  

Mientras la obra que pastoreábamos crecía y los nuevos desafíos eran solucionados, surge este llamado de Dios de ir más allá de nuestro alcance territorial, para pensar en cómo influenciar el destino de las nuevas generaciones con la Palabra de Dios. Así El Pequeño David surge como respuesta de Dios en un momento crucial en nuestro ministerio, con el propósito de resolver cinco grandes dilemas que percibíamos:
 
1. ¿Cómo llegar a los hogares y que recibieran 
    el mensaje de salvación?
2. ¿Cómo contrarrestar el adoctrinamiento 
    malicioso que se suministra a las nuevas 
    generaciones desde edades tempranas?
3. ¿Cómo poner una referencia ilustrada de 
    valores en los chicos, que les permita escoger 
    el buen camino, cuando les llegue el momento 
    de tomar las decisiones de la vida?
4. ¿Cómo involucrar a la congregación en la 
    gran comisión, que estén dispuestos a 
    comprometerse y sensibilizarse ante la 
    necesidad espiritual que les rodea?
5. ¿Cómo despertar la visión, descubrir dones y 
    talentos que fuesen entrenados en el fragor 
    del “trabajo de campo” a los llamados 
    al ministerio?
 
El Pequeño David, como todo programa misionero, se ha ido desarrollando y adaptando a los nuevos desafíos a lo largo de los años, enriqueciendo y perfeccionando su contenido, ajustando sus objetivos y enfoques a proyectar año tras año, así como su logística de trabajo y alcance. 
Una historia de 20 años tiene muchos matices y de todos colores, pero a Dios gracia que nos permite continuar elaborando, desarrollando y produciendo este particular recurso misionero.
Muchos colaboradores Dios nos ha colocado en nuestro camino ministerial a lo largo del tiempo, que han contribuido a la formación, producción y enriquecimiento de cada una de las páginas de El Pequeño David. 

A todos los que han sido tocados por el Señor y son parte activa del ministerio, así como los que alguna vez lo fueron; agradecemos sinceramente todo el soporte en la oración, dedicación de su tiempo y confianza con su aporte financiero. Rogamos a Dios que nunca les falte de su gracia y favor, donde quiera que estén ancladas sus vidas hoy.